¡Neuronas para tu Finde!
Sabiduría científica para inspirar y crecer tu mente. Porque sólo cuando crece tu Mente, crece tu Empresa.
LA VERDADERA RAZÓN DE LA EMPRESA FALLIDA
NOTA: Verás que utilizo la palabra ‘fracaso’ entre comillas porque no creo que exista el fracaso, pero ayuda a explicar mi argumento dado que es un concepto con un significado definido y masificado.
Sea que vendas galletas hechas por ti o dirijas un emporio que emplea a 10 mil personas, lo cierto es que la naturaleza de retos que vives y vivirás son tan desafiantes que, para cumplir con tus objetivos deberás basarte más en la fuerza de tu mente, que en tus capacidades de liderazgo. Porque es en una mente limpia donde las semillas de energía pura pueden brotar; la energía transformadora no puede prosperar en un entorno de duda, estrés, dolor o culpa. Por eso, como empresario o emprendedor, prioriza limpiar primero tu mente para luego nutrir las semillas del crecimiento.
El problema es que de esto poco se habla. Hasta se desestima. Lo que solemos escuchar es que las empresas fallidas ocurren por variables puramente empresariales, pero siempre dudé que fuera del todo cierto. De manera que decidí lanzarme a investigar y comprender en profundidad la razón por la que los emprendimientos fallan en conseguir sus objetivos. Y aprendí con rapidez que, aunque el fallo generalmente se debe a procedimientos técnicos, estratégicos o tácticos propios de los negocios, en muchas ocasiones éste es provocado por una deficiencia sistemática en el control y encausamiento emocional / mental de los fundadores, lo cual puede tener que ver con desequilibrios en el sistema reticular (o del sistema nervioso en general), o simplemente una desacertada configuración psicológica.
Existen montones de investigaciones cuantitativas que dicen explicar las causas por las que fracasan los emprendimientos, señalando cosas como el conflicto entre los fundadores, la falta de acceso a capital, la incapacidad para conseguir Product Market Fit, fallas en el modelo de negocio, equipo de trabajo equivocado, y otras más. Sí, todas esas razones son ciertas, pero en la capa observable y superficial porque fallan en revelar el origen más profundo del problema. Ese origen profundo explicaría un mundo totalmente nuevo e inexplorado. Explicaría, por ejemplo:
Que la startup no consiguió capital porque los fundadores decidieron mandar a la mierda al mundo después de que n potenciales inversionistas les dieran la espalda.
- Explicaría, por ejemplo, que los fundadores no se entendieron entre ellos porque cada uno luchaba por imponer su puntos de vista frente al otro, lo que creó una tensión imposible de soportar.
- Explicaría, por ejemplo, que la empresa no consiguió Product Market Fit porque asumió que tras dos años de operación, el crecimiento acumulado del 55% en las ventas significaba una sola cosa: fracaso; al asumirlo como tal, la única salida visible era abandonar.
Los tres ejemplos anteriores ofrecen películas distintas a las que una gráfica con números puede ofrecer. Pero además entregan el insumo para ir a una capa de comprensión más profunda, la cual permitiría concluir que los tres casos fueron provocados por una incapacidad emocional y/o de configuración mental del equipo fundador.
LO QUE DICEN LOS ESTUDIOS DISPONIBLES
Analicemos qué dicen las últimas estadísticas para explicar el fracaso emprendedor:
1) Un artículo de CBInsights titulado “The Top 12 Reasons Startups Fail” (Las 12 razones por las que fracasan las startups) y publicado en 2021, señala que las cinco principales razones son:
- Iliquidez / fallaron en levantar más dinero.
- Ausencia de la necesidad en el mercado.
- Fueron superados por la competencia.
- Modelo de negocio fallido.
- Desafíos regulatorios o legales.
2) Una investigación de 2022 de Skynova que entrevistó a casi 500 fundadores y además analizó los datos del estudio de CBInsights, indica que:
- 47% fracasó por falta de financiación.
- 44% quedó ilíquida.
- 33% se vio afectado por los efectos de la pandemia
Hasta ahí, todas las razones son directamente relacionadas con acciones empresariales. Son racionales y funcionales. Los fundadores parecen ignorar que los problemas podrían provenir también de la forma como ellos encararon emocional y mentalmente las situaciones. Pero como no lo mencionan, no asumamos que esa es una razón. Sigamos.
Cuando el mismo estudio les cambia la pregunta pidiéndoles indicar las recomendaciones que le darían a nuevos fundadores, el 79% señaló que “aprender de los errores” es lo principal, lo cual podría tener que ver con sus propias experiencias. Lo interesante es que eso de “aprender de los errores” ya roza en las habilidades emocionales y psicológicas; representa una etapa por debajo de las meras razones funcionales y de negocio. Comienza a ser evidente que los fundadores pueden visualizar otras razones cuando la pregunta cambia de sentido a pesar de que, en esencia, es muy similar, lo que les ayuda a ser algo más conscientes de que el éxito también proviene de la forma como enfrentamos los desafíos y problemas.
Infortunadamente, el estudio no taladra más capas y, por tanto, no ofrece mucho más. Pero existen muchas más investigaciones que mencionan otras causas, entre las que están: ‘Ausencia de Product Market Fit’, ‘Deficiencias en el marketing’, ‘Conflicto entre socios’, ‘Equipo de trabajo deficiente’, y otras más. Hay más estudios, pero todos se quedan gravitando sobre la superficie de lo que hacemos y se abstienen de taladrar hasta encontrar los por qué.
LAS CONJETURAS QUE PRODUCEN EL ‘FRACASO’
Lo que he encontrado es que los emprendedores suelen llegar al punto del llamado ‘fracaso’ por una serie de conjeturas que disparan reacciones emocionales, las cuales, a su vez, provocan la decisión que condena la compañía. El marco post mortem más habitual es definido por tres decisiones generales típicas: 1. Desisten antes de tiempo, 2. Hacen una renuncia silenciosa, 3. No desisten a tiempo.
(Por temas de longitud, hoy sólo trataré la primera. Las siguientes vendrán en la siguiente entrega).
1) Desisten antes de tiempo
1.1 Se desorientan porque, al observar resultados inferiores o radicalmente diferentes a los esperados, se cuestionan, dudan, y entran en un espiral de confusión, después de ansiedad y, en ocasiones, hasta de depresión.
1.2 Se vuelven inseguros y dudan de sí mismos o de su negocio producto de resultados inferiores a los esperados o por señales insatisfactorias provenientes de datos financieros, por fuga de clientes, y/o comentarios de clientes, inversionistas, la prensa u otros. Esto produce una afectación del autoestima porque, inconscientemente, el fundador ve el desempeño de la empresa como una respuesta directa de sus propias capacidades (efecto espejo), desencadenando un espiral de resultados aún peores en el tiempo debido a una inseguridad generalizada en el actuar diario.
1.3 Pierden interés porque no tenían experiencia suficiente en la industria y, al comprender sus detalles, comprendieron que no están preparados o no les gusta lo suficiente. En este caso, una falta de definición adecuada de Propósito o Polo Magnético, como le llamo, es la razón.
Otra razón tiene que ver con que no están enamorados del problema que busca resolver la empresa. En ese caso, su motivación principal es más extrínseca (dinero, reconocimiento, poder u otros), la cual desencadena una potencia de ejecución mucho menor que las intrínsecas (asumir un reto, resolver un problema, contribuir con una comunidad). Está comprobado por muchos estudios que los emprendedores motivados por las extrínsecas tienen menor desempeño y cierran más empresas.
Continuamos con el resto en la siguiente entrega. ¡Feliz finde y con toda!
