LA HISTORIA DE LA CADENA DE SUPERMERCADOS MÁS LINDA DEL MUNDO.

Conoce a Silpo, la cadena de supermercados más linda del mundo que sobrevive a la embestida rusa. Y fue gracias a esa valentía que, años atrás, se atrevió a hacer lo que muy pocos hacen: hacer añicos el Statu Quo para tirarlo a la basura y, con ello, diferenciarse en serio por medio de la conceptualización de experiencias.

En el lejano Ucrania de 2001, un pequeño supermercado llamado Silpo abrió sus puertas por primera vez. Era un momento de cambio, una época en la que el país se estaba liberando de las sombras del pasado soviético. De modo que, en sintonía con esa emancipación, Silpo eligió un camino audaz, estableciendo sus primeras tiendas en los lugares donde antes se alzaban los viejos almacenes de alimentos soviéticos.

Silpo, el atrevido, abrió sus primeras cinco tiendas en el año 2001. Su crecimiento fue meteórico porque para finales de 2002, ya contaban con 23 supermercados, y en 2005, habían alcanzado la asombrosa cifra de 81 establecimientos. Se habían convertido en líderes del mercado.

Sin embargo, el destino tenía preparado un desafío monumental. En 2008, la crisis financiera global golpeó con fuerza, reduciendo drásticamente el poder adquisitivo de la población ucraniana y desencadenando problemas en numerosas empresas, incluyendo el comercio minorista de alimentos.

Fozzy Group, la empresa matriz de Silpo, no fue una de las más afectadas por la crisis gracias a una carga de deuda relativamente baja. Aunque su crecimiento se desaceleró durante esos años turbulentos, mantuvo su rumbo. Mientras tanto, otros competidores, como Metro, Fourshet y Velyka Kishenya, se vieron obligados a detener por completo la apertura de nuevas tiendas, y algunos incluso se declararon en quiebra.

En los años siguientes, desde 2010 hasta 2013, dos gigantes, Fozzy Group y ATB Market, líderes del mercado, ampliaron considerablemente su ventaja sobre el resto de competidores. En 2013, ATB generó ingresos por valor de 28 mil millones de UAH, mientras que Fozzy alcanzó los 25 mil millones de UAH, dejando a Metro, su competidor más cercano en términos de ingresos, con solo 9 mil millones de UAH.

Aproximadamente el 75% de los ingresos de Fozzy Group provenían de la red Silpo, que a finales de 2013 ya contaba con unos 240 supermercados. Nada mal para una marca de sólo 12 años de edad.

LA MÁGICA AUDACIA
​Pero Silpo no se conformó con simplemente competir en el mercado; deseaba destacar En lugar de entrar en una competencia directa de precios con ATB Market, Silpo optó por posicionarse en el segmento de precios medios y superiores. Operando principalmente en la región de Kiev, donde el poder adquisitivo era más elevado que el promedio, Silpo eligió ubicaciones estratégicas para sus supermercados. Aunque no ofrecía los precios más bajos, lograba cifras impresionantes de ventas por metro cuadrado.

¿Pero dónde estaba el éxito? Como ya lo sabes: en la experiencia. Lo que realmente diferenció a Silpo fue su visión audaz de crear tiendas únicas y diseñadas. Cada tienda contaba su propia historia y presentaba un estilo y diseño exclusivos.

• Los supermercados se abrieron siguiendo temas tan diversos como Stalker, Las aventuras de Tom Sawyer, La historia de Podol y la Pintura de Petrykivsky, entre otros. En 2021, solo en ese año, se inauguraron 35 supermercados diseñados, y en los años anteriores, más de 100.
• Desde sus inicios, SILPO no se conformó con ser simplemente un lugar para adquirir productos; en cambio, aspiró a ser un templo de la creatividad y la autenticidad. Sus paredes, en lugar de limitarse a sostener el techo, se convertían en lienzos en blanco que narraban historias únicas.
• El genio detrás de esta revolución comercial era una colaboración entre SILPO y FREOR, respaldada por Restoria Group. Juntos, se propusieron llevar la innovación a la tradición minorista. Cada nuevo supermercado era una oportunidad para crear algo inolvidable, una obra de arte que cautivaría a todos los sentidos.
• En la ciudad de Vyshgorod, SILPO dio vida al género steampunk en su máxima expresión. El antiguo edificio industrial se transformó en un santuario de la energía del vapor, con un avión mecánico suspendido en el techo y personajes de las novelas de Jules Verne y Herbert Wells que parecían cobrar vida.