El CEO regala en su libro un montón de aprendizajes luego de sentarse por años en la silla más alta del emporio que comenzó el gran Walt. Hoy: las últimas 15 enseñanzas.
Como te contaba desde el artículo de la semana anterior, me dediqué un buen tiempo a sacar los aprendizajes que del libro The Ride of a Lifetime de Bob Iger, considero más valiosos. Y aquí los tienes. Tienen que ver con liderazgo, estrategia, marketing, dirección y negociación, principalmente. En el artículo anterior te adelanté 8 y ahora puedes aquí encontrar 15 más.
Los 8 ya entregados en el artículo anterior fueron:
1. Los problemas no son cosas que me suceden, sino que controlo
2. El sentido de Justicia
3. Coraje
4. La búsqueda insaciable de la perfección
5. Optimismo
6. Madruga y aprovecha para hacer las cosas que te impulsan antes de que el maremoto de las obligaciones te someta.
7. Para contar buenas historias necesitas gran talento.
8. La decencia y la competitividad profesional no son mutuamente excluyentes
Los siguientes 15, son:
9. La búsqueda de la perfección no puede producir dolor e ineficiencias:
Aunque, como ya mencioné en el artículo anterior, la búsqueda insaciable de la perfección debe ejecutarse, Iger cuenta la historia de un exjefe y excompañero que tuvo llamado Roone Arledge, expresidente de ABC Sports, el cual era un incansable y brillante perfeccionista. Aprendió muchísimo de él y fue un gran ejemplo. Sin embargo, tenía la costumbre de desarmar todo lo que su equipo había construido pocos días antes o incluso sólo algunas horas antes de los lanzamientos, lo que les exigía trabajar a contrarreloj los fines de semana y durante toda la noche. Lo que concluye Iger es que este comportamiento, aunque sí estaba bien orientado desde el punto de vista de la búsqueda de perfección, elevaba el estrés, el desgaste y la ineficiencia, y podría evitarse exigiendo la transformación pero con mayor anticipación. No es necesaria tanta tensión; se puede planear mejor.
10. La capacidad mental de mantener la calma y la visión positiva:
Ya mencioné el Optimismo, pero Iger lo profundiza anotando las N veces (de verdad, muchas) en que vivieron situaciones problemáticas, estresantes, en las cuales sólo lo negativo podía distinguirse… y es ahí cuando resalta lo relevante que resultaba para el equipo y los resultados, que él tuviera la capacidad de mantener la calma, de transmitírsela a ellos, y de convencerlos de que podrían llegar a resultados positivos; no porque fuera una ilusión mentirosa que sólo servía para motivarlos, sino porque contaba con bases reales para convencerlos de que sí podían creer en ellos como un equipo.
11. El verdadero liderazgo y autoridad parte de saber quién eres en realidad y no pretender ser otra persona.
Iger en muchos pasajes cuenta cómo era humilde pidiendo recomendaciones incluso a subordinados de él que tenían más experiencia en una industria determinada o un área en particular.
Dice que en muchas ocasiones su ego le impulsaba a parecer el sabelotodo, el macho Alfa, incluso cuando no conocía las respuestas; pero generalmente fue capaz de tener una gran inteligencia emocional para controlar esos impulsos con el fin de hacer preguntas que le permitieran comprender mejor la situación. Preguntas que, en ocasiones, podían hacerle pasar por ignorante. Pero lo hacía porque eso lo llevaba a poder tomar decisiones mucho más acertadas junto con su equipo.
12. El respeto que tienes que tener por quienes ejecutan el proceso creativo:
Aunque no trabajes en una industria puramente creativa como la televisión o una agencia de publicidad, me parece que este consejo de Iger es apropiado: manejar el proceso creativo parte de entender que no es una ciencia, que todo es subjetivo y que usualmente no hay una respuesta positiva o negativa. Y puede ocurrir con programadores, con diseñadores, incluso con ingenieros porque también conciben obras… lo que hace que este consejo permee muchísimas industrias.
Los creadores son personas que depositan toda su pasión al proyecto y por eso son tan apasionados y sensibles ante las opiniones negativas. Por eso suele ser tan difícil contradecirlos u ofrecerles objeciones, lo que termina muchas veces echando al traste los proyectos. Pero también ocurre, lo contrario: se dificulta mejorarlos porque se evita el conflicto de tenerles que dar una real opinión. De manera que lo que siempre Iger ha hecho es hablarles con profundo respeto. Suele decirles: “Has creado una película muy especial. Tengo algunas notas específicas, pero antes de dártelas, quiero que sepas que tenemos una fe tremenda en ti.”
La empatía es clave.
13. Evitar llevarse el crédito siempre:
Dentro de la justicia que pregona Iger, uno de los puntos que suele resaltar es la importancia de que el CEO y las cabezas directivas no se lleven los aplausos, sino que sean entregados en sus justas proporciones a quienes directamente idearon y ejecutaron las ideas.
14. Como director, tienes que hacer las tareas para mantener la autoridad:
En ocasiones los directores creen que tienen la potestad de no hacer sus tareas. Iger cuenta la historia de un director que llegaba a las juntas pidiendo que le hicieran resúmenes de lo conversado o avanzado previamente, a pesar que justo antes de la junta se le pasaba la información por medio de un documento. Concluye Iger que esta es una buena forma de perder autoridad y credibilidad dentro de un equipo.
15. Acepta tu responsabilidad cuando te salió mal:
Ya esto lo sabemos. Es simple. Pero tan difícil en ocasiones.
16. Valora las habilidades en las personas antes que la experiencia:
…y coloca a las personas en roles que requieran más de lo que creen que pueden lograr.
17. No sólo es aceptar el fracaso para poder innovar. Debes sentirte cómodo con él:
Dice Iger: “Me volví cómodo con el fracaso, no con la falta de esfuerzo, sino con el hecho de que si quieres innovación, debes conceder el permiso para fallar.”
Y dice también: “No estés en el negocio de jugar a lo seguro. Juega a crear posibilidades de grandeza.”
18. Los hijos no resultarán bien si sus padres tienen una relación conflictiva:
Cuando las personas en la cima de una empresa tienen una relación disfuncional, no hay forma de que el resto de la empresa pueda ser funcional.
19. El micromanagement a veces es necesario:
Michael Eisner (el anterior CEO de Disney) solía decir: “el micromanagement está subestimado”. Iger está de acuerdo con él hasta cierto punto porque preocuparse por los detalles puede demostrar cuánto te importan. Después de todo, lo “genial” a menudo es una colección de cosas muy pequeñas que deben cuidarse mucho. El inconveniente de la microgestión es que puede ser paralizante y puede reforzar la sensación de que no confías en las personas que trabajan para ti.
20. La moral de los equipos a veces sólo necesita algo fácil: claridad de para dónde vamos:
Puedes hacer mucho por el ánimo de las personas que te rodean (y por lo tanto, las personas que los rodean a ellos) simplemente al eliminar las conjeturas de la vida diaria. Gran parte del trabajo es complejo y requiere cantidades intensas de enfoque y energía, pero este tipo de mensajes son bastante simples: “Aquí es donde queremos estar. Así es como llegaremos allí.”
21. Tu comportamiento define tu compañía:
Como líder, eres la personificación de la empresa. Lo que esto significa es que tus valores, tu sentido de integridad, decencia y honestidad y la forma como te comportas en el mundo, son una representación de los valores de la empresa. Puedes ser el líder de una organización de siete personas o de una organización de doscientas cincuenta mil personas, y la misma verdad prevalece: lo que las personas piensan de ti es lo que pensarán de tu empresa.
22. Cuando despidas a alguien, sé honesto:
Explica Iger que ha tenido muchas ocasiones a lo largo de los años en las que ha tenido que comunicar noticias difíciles a personas exitosas, algunas de las cuales eran amigas y otras que no habían logrado prosperar en posiciones en las que los había colocado. El consejo es intentar ser lo más directo posible acerca del problema, explicando qué no funcionaba y por qué no crees que vaya a cambiar. Cree que existe un lenguaje corporativo eufemístico que a menudo se utiliza en esas situaciones, y siempre le ha parecido ofensivo porque enmascara la situación o la evita. Si respetas a la persona, entonces le debes una explicación clara sobre la decisión que estás tomando. No hay forma de evitar que la conversación sea dolorosa, pero al menos puede ser honesta.
23. La mayoría de las negociaciones son personales:
La mayoría de los acuerdos son personales, incluso cuando negocias con empresas. Esto es aún más cierto si estás negociando con alguien por algo que él o ella ha creado. Debes saber lo que quieres de cualquier trato, pero para llegar allí también debes ser consciente de lo que está en juego para la otra persona. Si no, las probabilidades son que no funcione.
Espero que estos 23 principios te sean muy útiles en tu vida empresarial como han sido para mi. Nos vemos la semana que viene. Mientras, si tienes preguntas, dudas, o quieres ampliar esta información para poderla aplicar en tu empresa, escríbeme o llámame y lo charlamos.
Si tienes más preguntas o quieres conocer más acerca de cómo aplicar bien todo lo expuesto o descubrir fenómenos incomprendidos en tu empresa… escríbeme a gerardo@criterium.com.co y sígueme en Linkedin.