Los Ganadores No Persiguen La Felicidad. Persiguen Esto:

¡Neuronas para tu Finde!

Sabiduría científica para inspirar y crecer tu mente. Porque sólo cuando crece tu Mente, crece tu Empresa.

 

Somos una sociedad desquiciada por saber cómo llegar a la felicidad. Si tan sólo observas la lista de libros más vendidos podrás darte cuenta que el 80% tienen que ver con temas asociados a la superación personal y, directa o indirectamente, tratan de enseñarnos cómo sentirnos mejor y ser felices. En Amazon nada más, buscar un libro que contenga la palabra “felicidad” proporciona más de 350 mil resultados.

En mi caso, es cierto que siempre creí que el objetivo de la vida era ser feliz. Hasta hace muy poco lo creía, de hecho. ¿No te pasa? Pero ya aprendí que no es así; que es un eufemismo y una utopía infantiloide. La felicidad es tan enigmática como pretender comprender lo que había antes del Big Bang. Pero la fascinación por ese enigma nos sigue embrujando porque al ser humano le encantan los ideales fantásticos.

Pero, ¿y entonces? Si no es la felicidad, ¿Qué debe ser? Te ofrezco cinco hallazgos de la ciencia al respecto.

  1. Los Ganadores Son Obreros Diarios de una Causa o Significado:
    Se ha demostrado que buscar directamente la felicidad lleva a la infelicidad, y lo que, en cambio, sí contribuye una vida feliz, tiene que ver con lo que nos enseñó hace años Viktor Frankl en su libro, “El hombre en busca de significado”: tener la ilusión de trabajar por una causa y construir algo alrededor de ella que beneficie al mundo o a alguien. Y sigue siendo muy válido porque, ten la seguridad que Michael Jordan no practicaba a deshoras el perfeccionamiento de sus tiros porque lo disfrutara con éxtasis y le hiciera feliz; no, lo hacía porque quería conseguir unos resultados concretos y significar algo en su equipo y la liga. Y eso le daba satisfacción, pero no felicidad. Con eso en mente actuaba día a día, poniendo, como un obrero que hace un edificio, unos cuantos ladrillos en su obra, sin parar, y casi sin pestañear, pasara lo que pasara. La felicidad entonces no es un fin, como nos encanta pensar que es; no es un destino que alcanzar. Es simplemente un estado relativo que se vive mientras construimos día a día el edificio que soporta nuestra causa.

  2. La Causa tiene que provenir de una de una motivación intrínseca:

    Edward Deci y Richard Ryan, dos psicólogos de la Universidad de Rochester, realizaron una extensa serie de experimentos para comparar impulsores intrínsecos como la ‘pasión’ contra impulsores extrínsecos como el ‘prestigio’. Muy rápidamente descubrieron que la motivación intrínseca (un sinónimo de ‘impulso’) es mucho más efectiva que la motivación extrínseca en todas las situaciones, excepto aquellas en las que no se han satisfecho nuestras necesidades básicas. 

    Pero también descubrieron que una de las divisiones más críticas se encontraba entre la “motivación controlada”, un tipo de motivación extrínseca, y la “motivación autónoma”, una forma de motivación intrínseca. Si te han seducido, obligado, o de alguna manera presionado para hacer algo, eso es motivación controlada. Es un trabajo que tienes que hacer. La motivación autónoma es lo opuesto. Significa que estás haciendo lo que haces por elección. Deci y Ryan descubrieron que en todas las situaciones, la motivación autónoma supera a la motivación controlada. La autonomía siempre es el impulsor más poderoso. De hecho, en muchas situaciones, la motivación controlada no produce los resultados deseados.

  3. Para encontrarla y casarte con la Causa, debes primero aceptarte a ti mismo(a):
    Cuando se nos presiona para actuar, las personas suelen buscar atajos.

    Aquellos que fracasan y encuentran la infelicidad a menudo eligen metas que les impusieron sus padres, entrenadores o la sociedad en general. En aquellos que tienen éxito, las metas surgen desde adentro, reflejando quiénes son y qué les importa. Pero aquí, un alto grado de autoconocimiento es lo que le permite a estas personas ver con claridad. Ver la realidad no solo significa comprender de lo que eres capaz y cuáles son las demandas reales de la tarea. Significa tomarse el tiempo para entender quién eres y qué es importante para ti. Las personas fuertes son conscientes de sí mismas.

    Pero no sólo eso. También implica aceptar quiénes somos, autoperdonarnos y autoaceptarnos. Esto parece que sólo le pasa a personas depresivas o con algún trastorno psicológico. Pero no es así. Es normal que en distintas etapas de la vida nos sintamos descontentos con aspectos de nosotros mismos, y si no hacemos las paces con esas rencillas, seremos incapaces de trascender y de trabajar por un propósito. Entre más nos aceptemos y nos queramos, con mayor amor adoptaremos nuestra causa y, más satisfacción sentiremos durante su construcción. 

    1. La Causa no nos encuentra a nosotros. Nosotros somos los que la encontramos y decidimos casarnos con ella:

    Otro de los paradigmas equivocados que existen es que la causa nos encuentra, como el rayo del proyector de luz encuentra al actor durante la obra de teatro. Nos encanta pensar en los milagros y en que nos descubrirán. Pero no, no, nadie llegará a salvarnos. Somos nosotros los que encontramos a la novia y decidimos casarnos. Y lo mismo debemos hacer con la causa. 

    1. Los Ganadores no Confunden el Placer con la Felicidad:

    Cuando no tenemos una causa, incluso cuando no tenemos hobbies, nos refugiamos en buscar ráfagas de felicidad que terminan siendo de placer. Y no hay nada que destruya más la felicidad que el placer porque éste lo que hace es disparar en el cerebro dopamina ‘chatarra’. Como ocurre con el consumo de las drogas, ésta te ofrece éxtasis durante su consumo, pero luego la caída genera una resaca de sensaciones alienantes, como tristeza, depresión o aburrimiento. El cerebro entonces pedirá más dosis de placer, lo que te meterá en un círculo vicioso que te robará las energías para buscar y trabajar por una causa genuina.

    ¿Los estandartes del placer? Las redes sociales, la televisión (Netflix, por ejemplo), la comida, la masturbación, el juego, y otras drogas. Las más peligrosas hoy día, y las mayores enemigas de la búsqueda de una causa, son las redes sociales y la T.V.

    Espero que todos estos puntos te sean útiles para cambiar tu perspectiva hacia la felicidad y construyas tu causa más sólida.

    Con toda, y ¡Buen finde!