9 Trucos No Convencionales (Pero Contundentes) Para Anular La Procrastinación. Truco # 7 al 9

¡Neuronas para tu Finde!

Sabiduría científica para inspirar y crecer tu mente. Porque sólo cuando crece tu Mente, crece tu Empresa.

 

9 Trucos No Convencionales (Pero Contundentes) Para Anular La Procrastinación. Truco # 7 al 9

7. Cambiar de espacio físico:
¿Te ha pasado que a veces caes en una procrastinación diaria, tan sistemática como cepillarte los dientes o comer tu merienda de media mañana? Tal vez te pones a ver redes sociales casi a la misma hora todos los días, o lees tu revista favorita en momentos en que no deberías… y así… la disciplina se nos va escurriendo por los dedos sin que nos demos ni cuenta. La razón tiene que ver con que la procrastinación se suele filtrar en nuestras vidas como un hábito, y como tal, hay que identificar las señales que ayudan a dispararlo porque un hábito veteado de procrastinación es un hábito corrompido.

Hace no mucho cogí el hábito de comer chocolates durante todas las tardes. No era procrastinación, pero ilustra el punto. Y me parecía delicioso. Con el tiempo, sentí que esa linda práctica estaba siendo fea para mi cuerpo y mente… pero no tenía claro cómo dejarla. Intenté ponerle fuerza de voluntad, y a veces vencía, pero en otras, el chocolate me ganaba. Un pulso complicado. (Por cierto, ya sabemos que la fuerza de voluntad es una fuerza finita que se cansa y luego se recupera, como un músculo, y poco útil para transformar hábitos). De modo que un día, sin planearlo, me fui a trabajar a otra habitación… y ahí permanecí durante toda la semana. ¡No me di cuenta, sino hasta el cuarto día, que no había vuelto a comer chocolates! Sin planearlo, esto me había ayudado, además, a bajar más de un kilo en una semana 😱.

Una de las formas más efectivas de romper con malos hábitos radica en cambiar el espacio físico donde sueles estar durante el mal hábito. A muchos puede sonar extraño, pero déjame explicarte por qué cambiar de espacio puede ser la clave para romper esos malos hábitos arraigados, incluida la procrastinación.

Nuestro entorno tiene un impacto significativo en nuestra psicología y comportamiento. De hecho, el entorno de trabajo define nuestra identidad: quiénes éramos, quiénes somos, y quiénes aspiramos ser. Así mismo, vamos acumulando experiencias, sentimientos y memorias que asociamos al espacio donde las vivimos, y éstas van, inevitablemente, a condicionar nuestras emociones. Por eso, una gran manera de reiniciarlas es mudándonos por períodos de tiempo que permitan limpiarlas. Similar a cuando reiniciamos nuestra computadora. Si te encuentras en un lugar donde siempre has sido presa de tus malos hábitos, como comer en exceso o pasar muchos minutos frente a las redes sociales, te resultará mucho más difícil romper con ellos si te mudas. Esto, porque el entorno donde ocurre el mal se convierte en una señal para que tu cerebro te conecte neuronalmente con esa conducta. Es como cuando un olor te trae un recuerdo y, por tanto, una emoción, o cuando vas a la casa de tus padres y sientes melancolía, o cuando pasas por el lugar donde trabajaste durante muchos años y te da tristeza (¡o extrema felicidad!). Generalmente, esas emociones disparan deseos de hacer algo que extrañas y que acostumbrabas a hacer cuando estabas en ese lugar (como comer un helado, estar con tus amigos o leer un libro) o simplemente hacer alguna otra cosa que te sirva de escape emocional y que te ayude a sortear tus sentimientos.

8. Crea un ritual delicioso y configura un lugar de trabajo adecuado:
Configura un ritual delicioso que te ayude a cumplir tus metas y disfrutar de la concentración y el trabajo que estás haciendo. Es como hacerte al ambiente que más disfrutas para cumplir con tus tareas e, incluso, recompensarte una vez las logres. Probablemente no sea muy buena idea que te regales un chocolate siempre que las termines, pero sí será muy positivo armar un lugar de trabajo acorde a tus intereses y metas. Unas profesoras de psicología organizacional de IMD Business School en Suiza, del W.P. Carey School of Business en la Arizona State University, y del Bryan School of Business and Economics en la Universidad de North Carolina, recomiendan:

1. Audita el lugar:
o ¿Qué te hace sentir el lugar de trabajo? ¿Te tranquiliza? ¿Te da algo de ansiedad? ¿Te emociona? ¿Te estresa? ¿Te energiza? ¿Te distrae?
o ¿Te facilita la consecución de tareas o no?
o Socialmente: ¿Te facilita la consecución de tareas? ¿Te facilita la interacción? ¿Te sientes aislado? o ¿Está en armonía con tu viaje y propósito profesional? ¿Tiene elementos que te recuerdan quién eras, lo que has conseguido y hacia dónde vas?

2. Arma el lugar:
o Ponle elementos que soporten lo que sientes que eres, lo que has conseguido y en lo que te quieres convertir. Personalízalo. Eso te ayudará a conectar mejor con tu día a día, lo que ayudará a mantener a raya la procrastinación y aumentar la productividad. Podrías ponerle diplomas, o fotografías, o podrías poner noticias en las que has aparecido, o tal vez podrías poner escritos o imágenes que inspiren tu propósito profesional.

Por último, te recomiendo que, si te toca hacer una tarea que te exprimirá el cerebro o exigirá mucha fuerza de voluntad, crees un ritual delicioso: podrías, por ejemplo, sentarte en tu sofá favorito, servirte una copa de vino y tus aceitunas favoritas, poner tu música predilecta para la concentración, y hasta prender unas velas de olor delicioso. Estoy seguro que, pensando un poco, ¡podrás configurar tu mejor ritual y disfrutar mucho más lo que te suele parecer difícil, aburrido o desgastante!

9. Comparte tu compromiso:
Cerramos nuestros pasos para eliminar la procrastinación con este último que se refiere a que, en el caso de tareas de alguna envergadura y que exigen mucho de ti, te lances al agua del compromiso contándoselo a personas a las cuales les tienes alguna admiración o respeto. Es una técnica conocida y probadamente efectiva porque evitarás quedar mal con esas personas. No querrás quedar como un mentiroso frente a la gente, y menos si son importantes para ti.

Aunque la presión podría ser incómoda, lo cierto es que funciona. Simplemente necesitamos empujarnos y sentir algo de presión ya que somos estupendos buscando excusas que nos aplacen las fechas de entrega sin sonrojo alguno.

Pero ¿sabes? Hay incluso una mejor forma: ¡hazlo público! Una gran manera de cumplir con tus tareas y, de paso, forzar la desaparición de la procrastinación, es sentir la presión del compromiso social masivo.

Nathan Barry, el creador de Convertkit, tiene un buen punto aquí:
“Cuando empecé ConvertKit hace seis años fue a través de The Web App Challenge: mi reto público para construir una aplicación web de 5.000 dólares al mes en 6 meses. Como tenía un objetivo público, la gente se unió para ayudarme a conseguirlo. Algunos fundadores ofrecieron su tiempo para entrenarme y animarme. Otros hicieron presentaciones. Incluso otros más pre-ordenaron ConvertKit. La comunidad se unió para ayudarme a tener éxito. Todo porque convertí mi viaje en un reto público.”

Y así llegamos al final de esta serie tan importante de pasos para anular la procrastinación y que, como he dicho, son en realidad un Súper Manual para la optimización emocional integral porque incluye técnicas y tips completos para lograr justamente esa integralidad. Espero que te haya sido muy útil y, si quieres ver los anteriores, te invito a que los leas en nuestra Academia buscando los artículos llamados “Neuronas para tu finde”:

¡Buen Finde… y ¡con toda!💪