9 Trucos No Convencionales (Pero Contundentes) Para Anular La Procrastinación. Truco # 5.

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9 Trucos No Convencionales (Pero Contundentes) Para Anular La Procrastinación. Truco # 5.

5. AUTOCOMPASIÓN.
Continuamos con los trucos de nuestro Súper Artículo de los 9 trucos no convencionales (pero contundentes) para anular la procrastinación… y que son un conjunto de artículos que en realidad terminan siendo un manual fundamental para la optimización emocional integral porque incluye técnicas y tips muy completos para lograr justamente esa integralidad. Este hecho ofrece un plus valioso porque, además de ayudarte a anular la procrastinación, te brindará de paso mayor equilibrio en el día a día mejorando tu bienestar general percibido, la autosatisfacción, y el sentido de felicidad.

Vamos entonces con la AUTOCOMPASIÓN.

Este es el Truco # 5 y es determinante porque uno de los efectos indeseados de la procrastinación es la culpa que emerge en forma de garrote macizo para flagelarnos. Y no sólo es la culpa; son todos los efectos que terminan produciéndose por atrasarse en las tareas, en los objetivos y metas, y finalmente, en el cumplimiento de tus sueños; y todos esos efectos van creciendo en forma de bola de nieve por cada acto de procrastinación:

  • Ansiedad
  • Depresión
  • Baja autoestima
  • Problemas de sueño
  • …problemas cardiacos y demás…

De manera que, luego de que aparece la culpa en forma de juez maléfico, debemos empezar a menguarla. ¿Cómo? Una gran manera es practicando la autocompasión. Y ese acto, que parece débil, rosa o incómodamente materno, es muy necesario por una razón: porque sólo si sales de la espiral de la culpabilidad es que podrás recobrar la energía y mentalidad para seguir avanzando en tu cometido, y luego evitar que la procrastinación se vuelva sistemática. Pero no sólo por eso: funciona porque, aunque creemos que el garrote nos obliga a “despertarnos” y activarnos, en realidad mina nuestra motivación y energía. Y por eso es que la ciencia ha logrado probar que la autoempatía – autocompasión son ingredientes esenciales del éxito y la felicidad.

Así que aquí 7 pasos que funcionan para ello:

A. Practica la bondad hacia ti mismo: Encuentra formas de cuidarte a ti mismo y demostrarte amabilidad. Esto puede incluir tomar tiempo para hacer actividades que disfrutes, practicar la relajación o la meditación, darte pequeños regalos o cumplir con tus necesidades básicas, como descansar lo suficiente y alimentarte balanceadamente. Es obvio que no puedes llevarlo al terreno de obtener placer fácil y recurrente, como comer dulces o ver Netflix tres veces al día porque eso será contraproducente (lee nuestro artículo llamado “La Sorprendente Relación Entre La Determinación – El Éxito – La Felicidad – Las Redes Sociales Y Netflix), pero sí conviene crear rutinas de autocuidado que te hagan sentir que estas manteniendo tu “máquina” interna bien cuidada y en su punto.

Así mismo, funciona establecer autorrecompensas de acuerdo con objetivos cumplidos que, al recibirlas, reafirmen la ejecución de un hábito… lo cual, por tanto, lo reforzará. Por ejemplo, crea un ambiente atractivo y divertido mientras haces una tarea (en tu sofá favorito, con música y tomando tu café o una copa de vino) y cuando la termines, ¡podrías rematar con una sesión de relajación, una sesión de tres minutos de rumbaterapia, o unas flexiones de pecho!

B. Cultiva la autocompasión en el diálogo interno: Observa tu diálogo interno y asegúrate de que te hablas a ti mismo de la misma manera amable y compasiva como lo harías con un amigo cercano. Evita la autocrítica excesiva rotulando tus emociones (fue el truco #2 de este grupo de artículos) para ponerlas en su sitio; recuerda que eres humano y que cometer errores es parte del crecimiento y el aprendizaje. Solemos creer que los demás se equivocan poco o, en todo caso, menos que nosotros, y eso nos hacen creer con lo que venden en sus redes sociales, pero no. No es así. Y debemos estar conscientes de ello.

C. Escríbete notas o cartas de autocompasión: Este truquillo es muy útil. Escríbete notas o cartas a ti mismo expresando compasión, apoyo y aliento. Imagina que estás escribiendo a un amigo querido que está pasando por una situación difícil, o simplemente escribe ofreciendo palabras propositivas y optimistas. Es otro de esos ejercicios que parece para niños o incluso para enfermos mentales, pero no; la verdad es que ayudan a conectarnos con nuestra esencia y realidad desde un lugar de compasión y cuidado.

D. Mira fotografías tuyas cuando eras niño(a): Esta técnica (visualización del niño) es muy útil porque nos sintoniza con nuestro Yo Niño y nos hace brotar recuerdos y sentimientos de ternura y empatía. Ten cerca (o recuerda) una o dos fotos de tu niñez y míralas por un minuto. Instantáneamente te recordará que eres en realidad un niño crecido y, por eso, debes tratarte con amor. En realidad, es muy probable que esa fotografía se convierta en una película, y comiences a recordar momentos con tus padres, con hermanos, amigos, haciendo algún deporte, en el colegio, o en casa de los abuelos. Todo eso te ayudará a sentir autoempatía y fuertes ganas de autocuidado porque el vivir en el presente nos hace olvidar nuestro origen; y es el origen nuestra real esencia.

E. Hablar contigo mismo (pero no en voz alta): Imagina esta escena: estás en una reunión importante y cometes un pequeño error. Antes de que tu crítico interior entre en acción, recuerda que la autocompasión también se basa en cómo te hablas a ti mismo. En lugar de llamarte “incompetente” o “idiota” en tu mente, opta por un lenguaje más amable y comprensivo. Dite a ti mismo: “Oops, cometí un error. No pasa nada, todos lo hacen. Aprenderé de esto y seguiré adelante”.

Y aquí aparece tácita la importantísima mentalidad de crecimiento: truco #3 de este grupo de artículos; sin ella será difícil que aceptes que un fracaso no es tal, sino parte natural del proceso de crecimiento y consecución de tus metas. Es más, ¿sabes qué vas a hacer la próxima vez que cometas un error o tengas un tropiezo? Vas a sonreír por cinco segundos. Sí. A ver: es cierto que no vamos a convertir los tropiezos y errores en una fiesta, pero sí vas a estar agradecido con el hecho de que aparecieron y vas a aceptarlos y a darles una cálida bienvenida. ¿Sabes por qué? Porque gracias a que los cometiste, estas un paso más cerca de tu meta.

F. Celebrar los éxitos, por pequeños que sean: En la jungla empresarial y en la maraña de la vida, es fácil centrarse en las metas más grandes y olvidarse de los logros más pequeños. Pero la autocompasión nos enseña a reconocer y celebrar incluso los éxitos más modestos. ¿Has conseguido cerrar un trato? ¡Felicítate! ¿Has completado un proyecto a tiempo? ¡Date un capricho! Recuerda que cada paso adelante, sin importar lo pequeño que sea, te acerca a tus objetivos. Cada vez que te premias, te felicitas o te das una palmadita, estás reforzando el hábito del logro por medio de descargas de dopamina.

G. Rodearte de un equipo optimista: Por muy mal que salgan las cosas, siempre es sanísimo verlas desde el lado positivo: ver todo lo bueno que pueden traer. Pero a veces uno necesita un empujón; necesita que lo contagien. Es normal, somos humanos y nuestras neuronas espejo son la comprobación de esa necesidad. De modo que busca colaboradores, colegas y amigos que practiquen la mentalidad positiva, la autocompasión y promuevan un ambiente de apoyo y aliento mutuo. Te darás cuenta de lo importante que es este detalle para ayudarte a avanzar.

¡Nos vemos la siguiente semana con más Trucos!

¡Buena semana… y ¡con toda! 💪